Es uno de los lugares más llamativos de la ciudad, que atrae a los turistas por su pintoresco y también por su abundante actividad artística.
Sus calles asimétricas y sus aceras altas representan un diseño perfecto, que se armonizan con los colores estridentes de las fachadas de las viviendas de chapa del barrio.
En este sitio repleto de historia podemos visitar el Puente Nicolás Avellaneda, declarado años atrás como Monumento Histórico, en donde al pie del mismo es posible montar en un bote para llegar a la otra orilla del Riachuelo.
Uno de los atractivos más característicos de la zona es la Vuelta de Rocha, que consiste en una pequeña ría que marca el curso del Riachuelo.
También, allí encontramos el Museo Caminito, que en realidad es una calle peatonal, lugar de tangos y milongas, desde donde se puede observar los grandes ventanales de las casas.
Por otro lado, es interesante dar un paseo por la Iglesia San Juan Evangelista, que constituye la primera capilla del lugar, construida en el siglo XIX.
Es imposible retirarnos de este marabilloso barrio sin antes visitar el estadio de Boca Juniors.
Sin duda alguna, el barrio porteño de La Boca es un lugar lleno de la magia de antaño y de costumbres arrabaleras dignas de admiración.
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